Un nuevo libro blanco destaca los beneficios de los lípidos en la nutrición médica

Investigación sobre nutrición médica

• La esperanza de vida aumenta a escala mundial y la prevalencia de las enfermedades no transmisibles (ENT) relacionadas con la edad y el estilo de vida va en aumento. Para abordar y gestionar las carencias nutricionales y los retos fisiológicos asociados a las ENT, existe una creciente necesidad de soluciones médicas nutricionales específicas.
  
• La ciencia emergente indica que la intervención del ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA) omega-3 puede apoyar la gestión de necesidades médicas específicas.
  
• El último libro blanco de dsm-firmenich explora los últimos avances científicos sobre los omega-3 DHA y EPA en áreas terapéuticas como la oncología, los cuidados perioperatorios y la salud cerebral, así como los efectos de estos nutrientes en la población anciana.

Importancia creciente de los omega-3 DHA y EPA en la nutrición médica

Es bien sabido que los omega-3 DHA y EPA desempeñan un papel vital en la salud humana y el bienestar general. Son uno de los nutrientes más estudiados del mundo, con más de 36.000 artículos científicos, incluidos más de 4.000 ensayos clínicos en humanos, dedicados a su investigación¹. Los omega-3 DHA y EPA, en particular, son esenciales para mantener la salud general durante toda la vida. Sin embargo, cada vez hay más pruebas científicas que demuestran que el DHA y el EPA pueden beneficiar a los pacientes en contextos clínicos específicos, lo que indica que los omega-3 podrían desempeñar un papel importante en las soluciones de nutrición médica.

Cuatro áreas terapéuticas en las que la intervención del DHA y el EPA resulta más prometedora

El apoyo nutricional es especialmente crítico para pacientes y adultos mayores, ya que son los más vulnerables al riesgo de infecciones y enfermedades. Una nueva investigación demuestra que los omega-3 DHA y EPA podrían ser importantes para tratar las distintas necesidades nutricionales de grupos específicos de pacientes, ayudando a reducir las complicaciones médicas, mejorar los resultados de los pacientes, mejorar la calidad de vida y reducir los costes sanitarios en todo el mundo. A continuación, presentamos las áreas terapéuticas en las que la intervención con omega-3 resulta más prometedora:

1. Caquexia por cáncer

Aunque los recientes avances en la investigación del cáncer han mejorado enormemente los resultados para los pacientes, la frecuente presencia de desnutrición en pacientes con cáncer y la pérdida de peso y músculo no deseada - también conocida como caquexia por cáncer - pueden limitar la respuesta del paciente al tratamiento.²

Los estudios demuestran que las propiedades antiinflamatorias del DHA y el EPA pueden desempeñar un papel importante en la caquexia por cáncer.^3,4,5 Aunque los resultados han variado, en algunos entornos clínicos se ha demostrado que el DHA y el EPA mejoran la respuesta inmunitaria de algunos pacientes, ayudando a combatir las infecciones, mejorar la eficacia de las terapias contra el cáncer y prevenir la progresión de la caquexia.⁶ La intervención con omega-3 es, por tanto, prometedora para los pacientes con cáncer, ya que podría promover mejores resultados del tratamiento y una mejor calidad de vida.

2. Antes y después de la cirugía

La desnutrición es un grave factor de riesgo de complicaciones quirúrgicas, ya que los pacientes desnutridos tienen más probabilidades de sufrir estancias hospitalarias más prolongadas, un mayor riesgo de infección y tasas de mortalidad más elevadas.^7,8,9 También conocida como inmunonutrición, la administración de suplementos de DHA y EPA antes y después de la cirugía puede ayudar a reducir la inflamación y el riesgo de infección cuando se administra junto con arginina y nucleótidos, así como diversas vitaminas y oligoelementos.^10,11,12,13 En última instancia, esto ayuda a mejorar la cicatrización de las heridas, acortar los tiempos de recuperación y reducir la duración de las estancias hospitalarias.

3. Sarcopenia

Conseguir una ingesta adecuada de nutrientes esenciales se hace aún más difícil a medida que envejecemos debido a los cambios en los niveles hormonales, la ralentización del metabolismo y la disminución de los niveles de actividad, que conducen a una reducción de las necesidades energéticas y a la fragilidad nutricional.¹⁴ Además, la "anorexia del envejecimiento" - , que se define como una disminución del apetito y/o de la ingesta de alimentos a medida que envejecemos - , es uno de los principales factores que contribuyen a la desnutrición y a los resultados negativos para la salud en las personas mayores.

La desnutrición en esta población puede provocar sarcopenia, una pérdida degenerativa relacionada con la edad de la masa, la calidad y la función del músculo esquelético. A menudo, esta afección repercutirá en la calidad de vida de la persona y también aumentará el riesgo de mortalidad, lo que pone de relieve la necesidad de soluciones de nutrición médica que tengan como objetivo prevenir o tratar la sarcopenia.^15,16 Investigaciones recientes sugieren que los efectos antiinflamatorios del DHA y el EPA, en combinación con proteínas de alta calidad y ejercicio, pueden ser beneficiosos para mitigar la pérdida de fuerza muscular y rendimiento físico asociada al envejecimiento.¹⁷ Por ejemplo, los estudios muestran que los omega-3 pueden ayudar actuando sobre la inflamación de bajo grado relacionada con la edad que contribuye al desarrollo de la sarcopenia. El DHA y el EPA también pueden modular las proteínas musculares y el metabolismo energético, favoreciendo la fuerza y la función muscular.¹⁸

4. Salud cognitiva

El apoyo a la salud cognitiva y el mantenimiento del bienestar mental son algunos de los mayores retos sanitarios a los que se enfrenta la población de edad avanzada. Y, teniendo en cuenta que se prevé que el número de personas con demencia alcance los 152 millones en 2050, es fundamental desarrollar soluciones innovadoras de nutrición médica que ofrezcan una atención preventiva.^19,20,21 Basándose en estudios observacionales, se observa una clara relación entre los niveles de DHA y la salud cerebral. Además, los omega-3 se asocian a una disminución de la inflamación cerebral y al apoyo al cerebro, lo que sugiere la importancia de incluir DHA y EPA en las soluciones de nutrición médica que apoyan la salud cerebral.²²

Soluciones nutricionales específicas para satisfacer las necesidades sanitarias

Es evidente que los omega-3 DHA y EPA pueden ayudar a mejorar la calidad de vida y los resultados clínicos de los grupos de pacientes específicos descritos en este artículo. Las investigaciones recientes también indican un papel prometedor para la intervención con DHA y EPA en otros contextos clínicos, incluidos los pacientes con diabetes o enfermedad renal crónica.^23,24 Cada enfermedad y cada paciente presentan necesidades nutricionales y clínicas diferentes y complejas. Y el desarrollo de soluciones de nutrición médica personalizadas que puedan dirigirse a enfermedades específicas, resultan atractivas. El trabajo continuo a nivel individual es primordial para el futuro tratamiento más personalizado de los pacientes. dsm-firmenich está al tanto de los avances científicos en profundidad y de los conocimientos de los pacientes necesarios para ayudar a mejorar nuestra comprensión de la malnutrición en estados de enfermedad específicos y el impacto de ingredientes concretos, como los omega-3 DHA y EPA, en los resultados de los pacientes.