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julio 15, 2021

Opiniones de expertos: ¿Cómo pueden los suplementos dietéticos favorecer una respuesta inmunitaria y vacunal óptima?

Descubra por qué la nutrición es clave para una respuesta óptima a la vacuna y el importante papel que pueden desempeñar los suplementos dietéticos a la hora de subsanar las carencias de nutrientes.

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  • Apoyar el sistema inmunitario con una nutrición óptima es una forma importante de facilitar una respuesta inmunitaria sana y reducir el riesgo y el impacto de las infecciones víricas. Pero ¿sabía que los mismos mecanismos que intervienen durante una respuesta inmunitaria eficaz también se activan tras la vacunación para generar inmunidad?
  • En el último seminario web de dsm-firmenich, "Sentar las bases nutricionales para una respuesta inmunitaria y vacunal óptima", contamos con la presencia del prestigioso experto en inmunología, el profesor Philip Calder, así como del Dr. Jim Richards y la Dra. Geetika Saraswat, de dsm-firmenich, para explorar por qué la nutrición es clave para una respuesta vacunal óptima y el importante papel que pueden desempeñar los suplementos dietéticos a la hora de abordar las carencias nutricionales.
  • Siga leyendo para obtener un resumen de las opiniones y conclusiones de los expertos que se pusieron de manifiesto durante la mesa redonda de la sesión, y cómo puede usted transformar estos hallazgos en soluciones innovadoras en el ámbito de los suplementos dietéticos.  

Con el despliegue mundial de la vacuna COVID-19 en curso, garantizar una respuesta vacunal sólida es fundamental para proteger a las poblaciones de todo el mundo. Al igual que influye en la función inmunitaria, el estado nutricional también puede influir en la eficacia de las vacunas, ya que éstas estimulan el sistema inmunitario del mismo modo que lo hacen las infecciones. Basándose en un amplio corpus de datos preclínicos y clínicos, está ampliamente aceptado que un estado adecuado de vitaminas A, B6, B12, C, D, E y folato, así como de ácidos poliinsaturados omega-3 (PUFA), zinc, selenio, cobre y hierro favorece la respuesta inmunitaria y, en consecuencia, el éxito de una vacuna. Esto se debe a que estos nutrientes desempeñan un papel importante en la regulación del sistema inmunitario, son esenciales para la función de las células inmunitarias, nos protegen contra el estrés oxidativo y participan en la producción de anticuerpos.1

Sin embargo, la ingesta de vitaminas y minerales necesaria para una función inmunitaria óptima puede ser difícil de alcanzar únicamente a través de la dieta.2,3 La creciente concienciación sobre los beneficios de la nutrición, junto con las crecientes preocupaciones en torno a la inmunidad, están impulsando la demanda de más productos que favorezcan la salud inmunitaria. Los suplementos dietéticos, por ejemplo, son una forma segura y eficaz de complementar una dieta equilibrada y variada y aportar los micronutrientes necesarios para un sistema inmunitario sano y una respuesta eficaz a las vacunas. Siga leyendo para descubrir las ideas clave de nuestro panel de expertos, incluido el importante papel de los suplementos nutricionales para la inmunidad a largo plazo, y la inspiración para su próxima innovación. 

¿Quiere saber más sobre cómo la nutrición sienta las bases de una respuesta inmunitaria y vacunal óptima? Póngase al día a la carta. Haga clic en aquí para ver el seminario web. 

Resumen científico: la relación entre nutrición, inmunidad y vacunación

A pesar de conocer bien los beneficios de una nutrición adecuada para la salud inmunitaria, la investigación y el desarrollo se han acelerado considerablemente desde la aparición del COVID-19 para aclarar el papel de nutrientes específicos en la función inmunitaria. Se están realizando numerosos estudios para conocer mejor los vínculos entre los nutrientes, la salud inmunitaria y las defensas víricas, así como otros factores de riesgo. Además, dado que las vacunas se están extendiendo por todo el mundo, se están llevando a cabo investigaciones para establecer el impacto del estado vitamínico y mineral en la respuesta a la vacuna. Los resultados obtenidos hasta la fecha sugieren que una nutrición óptima, junto con la vacunación, puede ser una estrategia importante y eficaz en el contexto de las infecciones víricas.

Por supuesto, aunque una buena nutrición es esencial, es sólo uno de los numerosos factores modificables. Durante la sesión, el Profesor Calder y el Dr. Jim Richards destacaron el impacto de los factores relacionados con el estilo de vida -incluidos el estrés, el sueño, la obesidad, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol- en la respuesta inmunitaria y vacunal. Las personas con obesidad, por ejemplo, corren un mayor riesgo de infectarse con COVID-19 y experimentar síntomas más graves. Esto puede deberse a que las personas con obesidad se encuentran en un estado constante de inflamación de bajo nivel y, al mismo tiempo, tienen una respuesta inmunitaria disminuida. Además, los datos muestran que las comorbilidades asociadas a la obesidad, como la diabetes, hacen que las personas sean aún más vulnerables a las infecciones. Teniendo esto en cuenta, una combinación de estrategias de nutrición y estilo de vida es importante para una función inmunitaria óptima.

Más allá de una buena dieta: el papel de los suplementos dietéticos

Lo ideal sería conseguir una ingesta nutricional adecuada sólo con una dieta variada y equilibrada. Sin embargo, los datos globales muestran que las carencias de nutrientes están muy extendidas en todo el mundo.4,5 Es más, nuevos hallazgos sugieren que una respuesta inmunitaria óptima requiere en realidad una mayor ingesta de ciertos micronutrientes. Así pues, aunque una dieta sana aporta los nutrientes que necesita el sistema inmunitario, la cuestión que los investigadores del sector de la nutrición se han planteado más recientemente es si aporta cantidades suficientes de cada uno de ellos.

El Prof. Calder puso el ejemplo de la vitamina D. Es bien sabido que el nivel de vitamina D es bajo en la mayoría de los individuos a nivel mundial y, por ello, en muchos países se recomienda la administración de suplementos (10 mg/día) a los adultos. Sin embargo, los requisitos publicados para la vitamina D no se han desarrollado teniendo en cuenta la función inmunitaria, sino más bien la salud ósea. En la actualidad existen datos convincentes que demuestran que el sistema inmunitario requiere un nivel de vitamina D más elevado que el sistema óseo para una función inmunitaria saludable. Por esta razón, las fuentes suplementarias pueden ayudar a las personas a alcanzar el estado nutricional necesario para sentar las bases de respuestas inmunitarias y vacunales robustas.

¿Cómo cambian nuestras necesidades nutricionales a lo largo de la vida?

Los nutrientes mencionados refuerzan el sistema inmunitario independientemente de la etapa de la vida en la que nos encontremos, ya que el mecanismo que subyace a la función de las células inmunitarias sigue siendo el mismo. Sin embargo, tanto la fuente como las cantidades necesarias pueden variar en función del peso corporal, lo que se traduce en distintos niveles máximos tolerables. Es más, determinadas vitaminas y minerales también pueden desempeñar funciones cambiantes en el sistema inmunitario a medida que envejecemos. Cuando nacemos, por ejemplo, el sistema inmunitario es inmaduro y hay una gran demanda de nutrientes que favorezcan su desarrollo y maduración. En consecuencia, una buena nutrición es necesaria sobre todo para mantener la función inmunitaria, pero en las personas mayores, cuya función inmunitaria es menos eficaz, se requiere un mayor nivel de nutrientes para prolongar la eficacia de la respuesta inmunitaria y ralentizar su declive. Por ejemplo, la investigación muestra que se necesitan niveles más altos de vitamina E (200 mg/día) para apoyar de forma óptima la inmunidad en los adultos mayores, tanto para la inmunidad de las células T como para las respuestas a las vacunas.6,7,8 Los niveles elevados de ácidos grasos omega-3 DHA y EPA y el selenio también pueden ser beneficiosos en esta población.9

Transformar los conocimientos científicos en innovación en inmunosalud

La inmunidad ha cobrado un inmenso interés y concienciación gracias a COVID-19, pero la salud inmunitaria no es algo que se relacione únicamente con este momento. Es importante apoyar nuestro sistema inmunitario en todo momento, para ayudarnos a combatir mejor las infecciones y mejorar nuestra respuesta a las vacunas. Una pequeña encuesta realizada durante el seminario web de dsm-firmenich reveló que el 74% de los asistentes estaban de acuerdo en que se producirá un cambio permanente en la demanda de productos y soluciones de apoyo a la inmunidad como consecuencia de la pandemia.

Esto crea importantes oportunidades de innovación en el ámbito de los suplementos dietéticos. Sin embargo, para introducir en el mercado soluciones nutricionales orientadas a objetivos concretos hace falta algo más que ingredientes. Hace falta un socio que se inspire en los consumidores para innovar continuamente y satisfacer sus necesidades. Cuando se asocia con dsm-firmenich, obtiene acceso a nuestra amplia cartera de productos con base científica, soluciones personalizadas y servicios expertos en cada fase del proceso de desarrollo de su producto, para que pueda satisfacer las necesidades nutricionales de los consumidores, en constante evolución.

Más información

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Referencias

  1. Gombart AF, Pierre A, Maggini S. A Review of Micronutrients and the Immune System - Working in Harmony to Reduce the Risk of Infection. Nutrientes 2020.
  2. Calder PC. Nutrición, inmunidad y COVID-19. BMJ Nutr Prev Health vol. 3, pg. 74-92, 2020.
  3. Rayman M. y Calder P. Optimising COVID-19 vaccine efficacy by ensuring nutritional adequacy. British Journal of Nutrition, pág. 1-2, 2021.
  4. Bailey RL et al. Epidemiología de las carencias mundiales de micronutrientes. Anales de Nutrición y Metabolismo, vol. 66, nº 2, pg. 22-33, 2015.
  5. Ritchie & Roser. Carencia de micronutrientes [website], consultado el 2 de julio de 2021.
  6. Meydani SN et al. Suplementos de vitamina E y respuesta inmunitaria in vivo en ancianos sanos. Un ensayo controlado aleatorizado. JAMA, vol. 277, nº 17, pg. 1380-1386, 1997.
  7. Meydani SN et al. Perspectiva: ¿deberían aumentarse las recomendaciones de vitamina E para los adultos mayores? Advances in Nutrition, vol. 9, nº 5, pg. 533-543, 2018.
  8. Lee & Han. El papel de la vitamina E en la inmunidad. Nutrients, vol. 10, nº 11, pg. 1614, 2018.
  9. Calder PC et al. Un estado nutricional óptimo para el buen funcionamiento del sistema inmunitario es un factor importante para la protección contra las infecciones víricas. Nutrients, vol. 12, nº 4, pg. 1181, 2020.
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