Cómo desarrollar soluciones nutricionales que refuercen la inmunidad a cualquier edad: las 5 conclusiones más importantes de nuestro último seminario web

• El interés de los consumidores por la inmunidad ha aumentado espectacularmente, ya que la gente busca formas de reducir las probabilidades de enfermar y mejorar los índices de recuperación tras una enfermedad. Pero, ¿qué papel desempeña la nutrición en el mantenimiento de un sistema inmunitario sano durante toda la vida?
• En la segunda parte de nuestra serie de seminarios web sobre inmunidad, nuestro grupo de expertos, entre los que se encuentra el profesor Philip Calder, catedrático de Inmunología Nutricional de la Universidad de Southampton (Reino Unido), debatió sobre "Soluciones nutricionales adaptadas al ciclo vital", revelando cómo cambia el papel de la inmunidad en cada etapa de la vida y cómo adaptar las soluciones nutricionales para satisfacer estas necesidades únicas.
• Aquí compartimos un resumen de las necesidades únicas relacionadas con el sistema inmunitario a lo largo de la vida de un individuo y lo que esto significa para las oportunidades de innovación en soluciones de salud inmunitaria para cada grupo de edad.

Soluciones nutricionales adaptadas al ciclo vital", está disponible a la carta en . Aquí puede ver la sesión completa del seminario web.

La actual crisis sanitaria mundial ha contribuido a aumentar el interés de los consumidores de todo el mundo por la inmunidad  , y en los últimos meses se han disparado las búsquedas en Google de alimentos y bebidas que refuerzan la inmunidad. La industria de la nutrición ya ha empezado a responder a este aumento del interés de los consumidores: en el primer semestre de 2020 en EMEA, se produjo un aumento del 20% en el número de lanzamientos de nuevos productos con alegaciones de inmunidad en comparación con el año anterior.

Desde probióticos hasta vitaminas y minerales como la vitamina D, los omega-3, el calcio y el zinc, hay una gran cantidad de ingredientes que se utilizan para proporcionar beneficios relacionados con la inmunidad a los consumidores de todos los grupos de edad. Pero, ¿cómo pueden los fabricantes impulsar una mayor innovación en soluciones de inmunosalud que favorezcan un sistema inmunitario sano a lo largo de toda la vida?

El papel de la inmunidad y la nutrición en cada etapa de la vida

El sistema inmunitario de un individuo experimenta muchos cambios a lo largo de su vida. Desde los primeros años de vida, cuando los bebés dependen de la madre para compartir la función inmunitaria, hasta más adelante, cuando el sistema inmunitario se debilita. Medidas como las vacunas y las buenas prácticas de higiene pueden ayudar a proteger el sistema inmunitario, pero también hay formas intrínsecas de favorecer una inmunidad óptima para reducir el riesgo, la gravedad y la duración de la infección, y la nutrición desempeña un papel clave en este aspecto.

El sistema inmunitario necesita múltiples nutrientes específicos, que trabajan en armonía para favorecer una función inmunitaria saludable. Entre ellos se encuentran las vitaminas A, B6, B12, C, D, E y el folato, así como los minerales zinc, hierro, selenio, magnesio y cobre. Lo ideal sería obtener estos nutrientes de nuestra dieta, pero los niveles recomendados suelen ser superiores a los que suelen consumir los consumidores. Los estudios demuestran que las intervenciones nutricionales a través de la suplementación pueden resolver las insuficiencias de nutrientes y existe una necesidad creciente de soluciones que apoyen eficazmente la función inmunitaria, para hacer frente a los retos cada vez mayores a los que se enfrenta nuestro sistema inmunitario. Sin embargo, es importante reconocer que el cuerpo tiene necesidades diferentes en cada etapa de la vida, por lo que es esencial asegurar una ingesta óptima para cada grupo de edad para asegurarse de que están trabajando eficazmente para apoyar la inmunidad.

Los componentes básicos de la inmunidad en los primeros años de vida

Los bebés nacen con un sistema inmunitario inmaduro, que se desarrolla y madura con el tiempo, gracias a la exposición a varios factores de maduración. El aumento de la exposición a nuevos antígenos, a través de nuevos alimentos, patógenos y vacunas, ayuda a desarrollar la inmunidad a lo largo de la infancia. Cuando un niño va a la escuela, su sistema inmunitario debería haber madurado gracias a una mayor exposición a las infecciones, lo que contribuye a proporcionar respuestas inmunitarias y mecanismos de defensa sanos.

En lo que respecta al apoyo nutricional del sistema inmunitario en los primeros años de vida, la madre desempeña un papel importante en este desarrollo, tanto antes del nacimiento, a través de la función placentaria, como después, a través de la leche materna, considerada el patrón oro de la nutrición infantil. Los suplementos son una forma popular de que las futuras mamás se aseguren de que están dando al sistema inmunitario de su bebé el mejor comienzo en la vida. Por ejemplo, la administración diaria de suplementos de vitamina D aumenta los niveles séricos en sangre y reduce la tasa de incidencia de infecciones agudas de las vías respiratorias. Una revisión Cochrane corroboró que al menos 500 mg de DHA se asocian a un menor riesgo de parto prematuro y pretérmino, y otros estudios también describen los beneficios inmunitarios de la ingesta de DHA.

El sistema inmunitario de un niño es la primera línea de defensa y, en una encuesta reciente de dsm-firmenich, la inmunidad era la principal preocupación sanitaria de los padres de niños de 0 a 16 años.¹ Para los niños, las gominolas, los zumos, las leches y los yogures son formatos populares de productos de refuerzo inmunitario que contienen las vitaminas y minerales esenciales que se ha demostrado que refuerzan el sistema inmunitario de los niños, como la vitamina D, C, B6 y B2, así como los minerales cobre, zinc y hierro.

Llegar a la madurez: ¿qué significa para el sistema inmunitario?

Una vez completamente maduro y funcional, el organismo puede reaccionar rápida y eficazmente a los virus y alérgenos. Los adultos siguen desarrollando su "memoria" inmunitaria a lo largo del tiempo, ya sea mediante la exposición previa a organismos patógenos o con la ayuda de vacunas. Sin embargo, las respuestas inmunitarias no son fijas y pueden variar sustancialmente como resultado de una amplia gama de factores relacionados con el estilo de vida, como el estrés y el sueño.

Para mantener un sistema inmunitario optimizado, los adultos buscan cada vez más alimentos y bebidas saludables que mejoren sus defensas inmunitarias, así como su estado de salud general. Además de la inmunidad, el mantenimiento de los niveles de energía, la salud ocular y la movilidad son otras de las preocupaciones sanitarias de los adultos. Comprender estas preocupaciones sanitarias puede ayudar a desarrollar productos que atraigan con éxito a los consumidores, aprovechando los ingredientes nutricionales que abordan estas áreas de concen en formatos como zumos enriquecidos, cafés, leches y bebidas energéticas que proporcionan un apoyo nutricional esencial sin comprometer la comodidad o el sabor.

Mayor edad = mayor riesgo

Más adelante en la vida, las personas mayores corren un mayor riesgo de contraer infecciones y alergias, ya que su sistema inmunitario empieza a declinar debido a la inmunosenescencia causada por la disminución de la producción de células nuevas y el deterioro de su funcionalidad. Las personas mayores también tienen mayores niveles de inflamación, lo que contribuye a debilitar el sistema inmunitario. Esto les hace más susceptibles a las enfermedades, lo que se traduce en hospitalizaciones más frecuentes y, a su vez, en un mayor uso de antibióticos. Esto puede convertirse en un círculo vicioso, ya que la resistencia a los antibióticos aumenta, lo que les hace más propensos a contraer infecciones. También es menos probable que las vacunas sean tan eficaces como en años anteriores, ya que la respuesta de los anticuerpos está disminuyendo.

Las necesidades nutricionales se vuelven más complejas a medida que envejecemos. La pandemia de Covid-19 ha puesto de relieve la importancia de controlar el estado nutricional de la población anciana y las recientes directrices ESPEN han subrayado la necesidad de controlar la desnutrición para reducir el riesgo de complicaciones en los pacientes ancianos y mejorar los resultados clínicos de los infectados o en riesgo de infecciones graves. La comodidad es clave a la hora de lograr el cumplimiento de la atención nutricional a las personas mayores, que desean alimentos reales, sabrosos y asequibles. Formatos como los espolvoreados, que incluyen vitaminas y minerales esenciales que pueden añadirse fácilmente a las comidas existentes, son una opción popular para este grupo de edad y pueden ayudar a ofrecer una nutrición óptima para gestionar el riesgo y mejorar el tratamiento de enfermedades y dolencias.

El sistema inmunitario es complejo y, para favorecer su función facultativa a lo largo de toda la vida, es importante conocer las necesidades alimentarias propias de cada grupo de edad y los formatos más innovadores para satisfacer las preferencias de los consumidores en materia de soluciones para la salud inmunitaria. Desde los omega-3 y la vitamina D hasta el zinc y el calcio, los nutrientes que desempeñan un papel clave en el mantenimiento de un sistema inmunitario sano siguen siendo los mismos a lo largo de toda la vida, pero lo que varía es el formato y la dosis para satisfacer las necesidades específicas de cada etapa vital. dsm-firmenich colabora con sus clientes en todas las fases de desarrollo para ayudarles a crear productos de éxito que respondan a la demanda de soluciones de inmunosalud de los consumidores, en todas las etapas de la vida. Póngase en contacto con para debatir el concepto de su próximo producto inmunitario con nuestro equipo de expertos.