25 noviembre 2024
Utilización de las últimas tecnologías para una fabricación de queso más sostenible y eficiente
La innovación tecnológica siempre ha sido fundamental en la elaboración del queso, desde la aparición de la pasteurización hasta la secuenciación moderna del ADN. Y a medida que las presiones económicas y medioambientales empujan a los queseros a aumentar el rendimiento y la calidad al tiempo que limitan los costes, los avances científicos podrían ser de nuevo la respuesta para garantizar que el queso siga siendo accesible para los consumidores y rentable para los fabricantes. Sin embargo, esta próxima oleada de avances científicos no se limitará a un único proceso o ingrediente, sino que se centrará en el proceso holístico de producción del queso.
Siga leyendo y descubra cómo las nuevas tecnologías apoyan una experiencia centenaria mediante sofisticados dispositivos y programas informáticos combinados con cultivos y coagulantes de vanguardia para aumentar el rendimiento, incrementar la eficiencia y producir quesos deliciosamente modernos.
La naturaleza polifacética de la fabricación de queso significa que ninguna pieza del equipo puede considerarse de forma aislada. Los cambios realizados en las primeras fases de producción, como el tratamiento de la leche o la introducción de cultivos iniciadores y coagulantes, tienen un efecto cascada, con implicaciones materiales para los procesos y el producto final. La aparición de equipos con software a principios del milenio supuso un gran paso adelante, ya que permitía actualizar rápidamente los parámetros del proceso durante la producción, pero aún más porque ofrecía a los queseros una visión integral de sus operaciones y la posibilidad de realizar mejoras estratégicas.1 Un cuarto de siglo después, una nueva ola de tecnología "inteligente" vuelve a aumentar la eficiencia de la fabricación de queso.
Aprovechando los datos de la leche obtenidos mediante técnicas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y cromatografía líquida de alto rendimiento (HPLC), los escáneres de optimización de procesos pueden crear un plano digital completo de una línea de producción de queso. Desde aquí, los técnicos se encuentran en una posición ideal para analizar las operaciones actuales y realizar ajustes específicos sin el habitual proceso de prueba y error. El modelo digital predice con exactitud el resultado de cada cambio, lo que significa que todo el ejercicio de optimización del proceso puede perfeccionarse y acordarse mucho antes de realizar cualquier ajuste potencialmente arriesgado en los equipos del mundo real y teniendo en cuenta simultáneamente toda la línea de producción.
Un ejemplo de las ventajas que ofrece la tecnología de supervisión de procesos puede encontrarse en el sistema de evaluación de la coagulación por láser de dsm-firmenich, Delvo®Gel, ya que forma parte del enfoque Delvo®Process Scan. Utilizando equipos de última generación y tecnología de espectroscopia de ondas difusas (DWS) e imágenes de contraste de moteado láser (LSCI), esta herramienta portátil se aplica directamente en la cuba de queso, donde puede detectar el más mínimo cambio en el estado de la leche durante la fase de coagulación. Por tanto, es capaz de medir y definir la firmeza óptima de la cuajada en el punto de corte, lo que permite a los queseros tomar decisiones basadas en datos que reducen la variación y el desperdicio de materia prima para obtener mayores rendimientos de queso de mayor calidad.
En quesería, la "tecnología punta" puede referirse tanto a enzimas de alto rendimiento como a algoritmos inteligentes. Los coagulantes desempeñan un papel fundamental en la formación de las distintas texturas y sabores que identifican a las variedades específicas de queso. Ingredientes tradicionales como el cuajo animal2 representaron la norma del sector durante décadas,3 pero más recientemente han aparecido enzimas especialmente seleccionadas para ofrecer a los queseros más oportunidades de optimización.
Cuando se trata de formar la textura perfecta, la actividad proteolítica (la conversión de proteínas en péptidos más pequeños por enzimas4) y la distribución homogénea de la humedad son los factores clave en los que inciden los coagulantes.
La incorporación de una solución con una baja actividad proteolítica produce un queso firme y rebanable con una textura y una distribución de la humedad mejoradas, ideal para variedades continentales como el Gouda o el Manchego. Con los recientes avances en la tecnología de fermentación de precisión, los queseros pueden aprovechar ahora los ingredientes de quimosina, que ofrecen niveles sin precedentes de especificidad y control para crear el perfil de textura perfecto. Maxiren® XDS, un coagulante de quimosina producida por fermentación (FPC) de dsm-firmenich, es un buen ejemplo de ello. Esta solución, que ofrece el mayor rendimiento de su categoría, junto con una calidad del suero y un rendimiento de corte superiores, ha demostrado que aumenta el contenido de humedad hasta un 1,5 % para producir queso de mejor calidad con las características específicas de cada variedad lote tras lote.
Hay muchos factores que pueden influir en el desarrollo del sabor del queso, pero el rey de la colina cuando se trata de crear un perfil de sabor específico son los cultivos adyuvantes. A partir del proceso de acidificación iniciado por los cultivos iniciadores, pueden añadirse posteriormente cultivos complementarios. Estos cultivos especializados se añaden directamente a la cuba de queso, donde se ponen a trabajar para crear sabores característicos, como el característico sabor a nuez del Gouda o el paladar maduro y ácido del Cheddar. Utilizados solos o en un arco iris de combinaciones diferentes, los adjuntos pueden desbloquear todos los nuevos conceptos de producto u optimizar las recetas base, intensificando atributos de sabor particulares para adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores.
Aunque en la actualidad son un elemento básico ampliamente utilizado, los queseros no empezaron a experimentar seriamente con cultivos adjuntos hasta la década de 1980, y la selección y categorización colectiva de no llegó hasta finales de la década de 1990.5
Desde entonces, sin embargo, la ciencia de los alimentos se ha acelerado hasta el punto de que hoy los productores pueden seleccionar cultivos adjuntos especializados no sólo a nivel de variedades específicas, sino también de las notas de sabor individuales que desean que ofrezca su queso. La gama de cultivos adjuntos Flavor WheelTM de dsm-firmenich, por ejemplo, abarca desde los más esperados (mantecosos, ahumados y salados) hasta los verdaderamente únicos (de granja, florales y herbáceos) para dar a los queseros total libertad para experimentar y dar un nuevo giro a una variedad favorita.
Este es un breve recorrido por algunas de las ventajas que las nuevas tecnologías están aportando a la industria quesera. Se podría añadir mucho más a este debate, como la posibilidad de crear "pasaportes de queso" que garanticen la calidad aislando y secuenciando el ADN de cada producto, o la aplicación de algoritmos de cribado holístico para combatir la contaminación por bacteriófagos. Pero incluso en esta pequeña instantánea, está claro que, por impresionantes que sean, los avances tecnológicos existirán para mejorar lo que es, y siempre será, el arte de hacer queso.