¿Qué es el calcifediol y cómo contribuye a la innovación en el campo de la vitamina D?

Resumen

• Es bien sabido que la vitamina D desempeña un papel importante en la función inmunitaria, ya que contribuye a la eficacia de las células inmunitarias y a la respuesta inflamatoria.
• Pero, ¿cuáles son los últimos descubrimientos científicos sobre el papel de la vitamina del "sol" en la inmunidad y cómo pueden los fabricantes de suplementos dietéticos llevar la innovación al siguiente nivel con el calcifediol, la forma biodisponible de la vitamina D?
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Entrevista con un experto

Vea esta entrevista exclusiva con Jim Richards, Vicepresidente y Jefe del Segmento de Traducción Científica & Advocacy en dsm-firmenich, para explorar los últimos beneficios de base científica de la vitamina D para la inmunidad y cómo los nuevos ingredientes -como el calcifediol- están apoyando la innovación en el mercado de la vitamina D.

Un sistema inmunitario eficaz y en pleno funcionamiento es esencial para ayudar a proteger el organismo contra infecciones y enfermedades. Muchas vitaminas y oligoelementos son cruciales para fortalecer el sistema inmunitario y son necesarios para que las células inmunitarias funcionen de forma óptima. La vitamina D, especialmente, ha estado en el punto de mira desde la aparición de la pandemia COVID-19 y es bien sabido que tiene importantes beneficios para la inmunidad.¹ Para recapitular lo que sabemos hasta ahora sobre la vitamina D y la salud inmunitaria:

• La vitamina D influye profundamente en la eficacia de las células inmunitarias y en la respuesta inflamatoria, ambas fundamentales para resolver las infecciones.^2,3,4,5
• El papel de la vitamina D en la inmunidad está regulado por la disponibilidad de 25(OH)D -también conocida como calcifediol o calcidiol- en el torrente sanguíneo (es decir, la forma activa de la vitamina D en el organismo), que posteriormente se convierte en 1,25-dihidroxivitamina D y es utilizada por las células inmunitarias. Cuando los niveles de 25(OH)D en sangre son insuficientes o deficientes, las respuestas inmunitarias pueden verse limitadas, lo que aumenta el riesgo de incidencia y gravedad de las infecciones.⁶
• Las personas que suplementan su dieta con vitamina D presentan una incidencia significativamente menor de infecciones de las vías respiratorias, con algunos indicios de que los mayores efectos positivos de la suplementación pueden observarse en las personas con los niveles más bajos de 25(OH)D.^7,8,9

¿Qué pasa con la vitamina D y COVID-19?

La pandemia de COVID-19 ha transformado la actitud de los consumidores hacia la salud y la inmunidad, y muchas personas adoptan ahora un enfoque más preventivo de su salud como forma de protegerse contra las enfermedades y las infecciones. Para conocer las percepciones y actitudes de los consumidores respecto a la salud inmunitaria y la nutrición, dsm-firmenich realizó en 2021 una encuesta mundial sobre las preocupaciones sanitarias a escala mundial, en la que entrevistó a casi 19.000 personas de 24 países.¹⁰ En ella se constató que el 60% de los consumidores están preocupados por su salud inmunitaria y el 65% son más conscientes de su inmunidad tras la COVID-19. Para satisfacer sus necesidades de salud inmunitaria, la gente elige cada vez más opciones dietéticas -o soluciones nutricionales- que aportan una serie de beneficios inmunitarios, como los productos con vitamina D. Pero, ¿cuál es la ciencia más reciente sobre la vitamina D y COVID-19?

En un estudio de más de 190.000 estadounidenses, los investigadores descubrieron que un estado reducido de 25(OH)D estaba fuertemente asociado con un mayor riesgo de una prueba positiva de PCR COVID-19.¹¹ Los individuos con niveles deficientes de 25(OH)D tenían una tasa un 54% mayor de una prueba positiva que los que tenían niveles adecuados. Dado que el estado de la vitamina D se midió hasta 12 meses antes de la prueba, esto sugiere que un estado bajo de vitamina D fue un factor predictivo de la infección, más que el resultado de la misma.

Un metaanálisis de 2021 de 54 estudios clínicos observacionales que representaban a 1,4 millones de personas proporcionó más pruebas sólidas de que los niveles bajos de 25(OH)D se asocian a una mayor incidencia, gravedad y mortalidad por COVID-19.¹² Los autores concluyeron que se necesitarían niveles séricos de 25(OH)D "superiores a 75 nmol/L para minimizar la carga clínica de la infección por SARS-CoV-2". Utilizando registros de salud pública, un estudio que incluía a más de 108.000 personas suplementadas con vitamina D descubrió que la intervención con vitamina D tiene el potencial de mejorar el estado del nutriente en el organismo y reducir el riesgo y el impacto de la COVID-19.¹³

Estos últimos hallazgos refuerzan y amplían los conocimientos científicos sobre la vitamina D para ayudar a informar y configurar las políticas de salud pública, así como a educar a los consumidores sobre los beneficios de este nutriente. En la actualidad, el profesor Philip Calder, jefe de Desarrollo Humano & Health y catedrático de Inmunología Nutricional dentro de la Medicina de la Universidad de Southampton,  aconseja 2.000 UI/día (50 µg/día) de vitamina D en la población general (no infantil) para alcanzar un estado de vitamina D en sangre suficiente (≥75 nmol/L) y que ayude a mantener la inmunidad.²

Descubra el calcifediol para la próxima generación de productos de vitamina D

A pesar de sus evidentes beneficios, la insuficiencia y la carencia de vitamina D siguen siendo muy frecuentes en todo el mundo. Los beneficios de la vitamina D para la inmunidad, tan presentes tras la pandemia, han llevado a desarrollar y lanzar al mercado soluciones nutricionales basadas en ella. Sin embargo, muchos fabricantes se preguntan qué será lo próximo en materia de innovación en el ámbito de la vitamina D. La mayoría de los productos con vitamina D pueden tardar meses en hacer efecto. Por ello, se están estudiando ingredientes y soluciones alternativas que ayuden a aumentar más rápidamente las concentraciones de vitamina D, como el calcifediol.

El calcifediol -también conocido como calcidiol o 25(OH)D- es la forma más común de vitamina D en el cuerpo humano. También es la forma más biodisponible, lo que permite que se absorba mejor. Esto ayuda a elevar los niveles óptimos de vitamina D con mayor rapidez -en cuestión de días y semanas- para desbloquear los beneficios de la "vitamina del sol" más rápidamente que la vitamina D₃.^14,15,16 La suplementación con calcifediol representa, por tanto, una estrategia segura y eficaz para revertir la insuficiencia o deficiencia de vitamina D con mayor rapidez y eficacia que la vitamina D3, favoreciendo la función inmunitaria y reduciendo el riesgo y el impacto de las enfermedades de las vías respiratorias, como la COVID-19.