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febrero 25, 2020
La salud inmunitaria nunca ha estado tan de actualidad, debido al virus de la gripe estacional o a brotes como el Covid19. En esta entrevista de Ask-the-Expert, el profesor Manfred Eggersdorfer aborda cómo la industria de la nutrición puede apoyar la salud inmunitaria y el papel de los equipos de marketing a la hora de resaltar la importancia de la nutrición para los consumidores.
Desde las bacterias nocivas y los alérgenos hasta el estrés y la contaminación atmosférica, hay muchos factores que pueden afectar a nuestra salud inmunitaria. Cuando estos factores se agravan entre sí, aumenta el riesgo de disfunción inmunitaria.
Hoy en día, los consumidores están expuestos a un mayor número de estos riesgos que nunca. Brotes como el virus de la gripe estacional o el nuevo coronavirus aumentan la preocupación y la concienciación de los consumidores sobre la importancia de un sistema inmunitario fuerte. A su vez, esto está impulsando la demanda de soluciones para gestionar los riesgos sanitarios percibidos.
En hablamos con el Dr. Manfred Eggersdorfer, catedrático de Envejecimiento Saludable del Centro Médico Universitario de Groningen, Países Bajos, sobre el papel de la nutrición en el refuerzo de la salud inmunitaria y sobre cómo los que comercializan este tipo de productos pueden resaltar sus beneficios a los consumidores.
La higiene básica es el primer y más eficaz método de defensa contra enfermedades contagiosas como la gripe, el resfriado común e incluso el nuevo coronavirus (2019-nCoV). Esto incluye lavarse las manos con regularidad, así como toser o estornudar sobre un codo flexionado o un pañuelo de papel.
Aunque estas prácticas básicas de higiene son las intervenciones más importantes, también existen otros factores modificables y medidas que pueden adoptarse para mejorar la salud inmunitaria de forma más general.
Aunque el rendimiento inmunitario individual puede verse afectado por la edad, el estado general de salud y los factores ambientales, cada vez son más las investigaciones que sugieren que pueden aplicarse medidas para apoyar y optimizar la inmunidad a lo largo de toda la vida. Por ejemplo, hay pruebas fehacientes de que la nutrición ayuda a mejorar la función inmunitaria.
Sabemos que las personas con hábitos alimentarios desequilibrados corren el riesgo de tener un estado nutricional inadecuado. Por ejemplo, el "hambre oculta" - que es cuando la dieta de un individuo es alta en energía pero baja en nutrientes - es una preocupación creciente en todo el mundo, incluidas las sociedades occidentales. Las pruebas clínicas demuestran que ésta, y cualquier otro tipo de malnutrición , podría ser una de las principales causas de trastornos de inmunodeficiencia en todo el mundo.1 Otros estudios han revelado que las intervenciones nutricionales son capaces de resolver los trastornos de inmunodeficiencia secundarios asociados a estas carencias de nutrientes, lo que sugiere en última instancia que la intervención nutricional puede tener efectos positivos sobre el sistema inmunitario.
Gracias a diversos estudios, sabemos que dosis de vitamina C de 200 a 500 mg al día refuerzan la capacidad del organismo para contrarrestar las infecciones debido a un aumento de la movilidad de los neutrófilos, que es la primera línea del sistema de defensa de nuestro cuerpo. Del mismo modo, varios estudios han informado de que dosis más elevadas de vitamina C, de hasta 1 ó 2 g al día, reducen la duración y la gravedad de los resfriados comunes.2,3,4
Otros datos han sugerido que las vitaminas A, D, E, las vitaminas del grupo B, el selenio, el zinc y los omega-3 DHA y EPA también desempeñan un papel en la función inmunitaria.
La concienciación y la educación sobre el papel que desempeñan los micronutrientes esenciales en el sistema inmunitario humano son fundamentales. Muchos consumidores ya saben que la vitamina C puede contribuir a la función inmunitaria, pero es importante reiterarlo y destacar los beneficios de otros nutrientes. Esto puede hacerse mediante una serie de actividades, desde mensajes en el envase hasta contenidos en línea.
Los suplementos dietéticos y los alimentos y bebidas enriquecidos para llevar que contienen estos nutrientes, como zumos, té y yogures, son excelentes opciones. Esto se debe a que pueden consumirse fácilmente e integrarse en los ajetreados estilos de vida - facilitando a los consumidores la introducción de cambios positivos en el equilibrio nutricional de su dieta diaria. Sabemos que estos productos también atraen a los consumidores. En una encuesta reciente, los consumidores de todo el mundo declararon que están explorando formas de reforzar su inmunidad a través de la dieta (32%) y el uso de suplementos dietéticos (22%).5
La ingesta adecuada de nutrientes de refuerzo inmunitario es una medida de apoyo a los consejos oficiales sobre higiene y aislamiento, y ofrece a los consumidores una forma rentable, segura y cómoda de reforzar las defensas del organismo.
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