3 formas en que los programas de nutrición de los trabajadores que favorecen la inmunidad benefician a los empleados, las empresas y las comunidades

• El hambre oculta, o carencias sostenidas de vitaminas y minerales esenciales, es uno de los retos de salud pública más complejos a los que se enfrenta hoy la comunidad mundial. Afecta a la salud y a las perspectivas económicas de dos mil millones de personas en todo el mundo, y una de sus consecuencias más perjudiciales es su impacto negativo sobre la inmunidad.¹
• Desde el aumento de las bajas por enfermedad hasta la disminución de la productividad, los efectos del hambre oculta en la salud inmunitaria pueden influir considerablemente en el desarrollo financiero y social de las empresas y las comunidades.²
• Los programas eficaces de nutrición para los trabajadores son una de las formas en que el sector privado puede garantizar que los trabajadores tengan acceso a los alimentos nutritivos que necesitan para mantenerse sanos, ayudar a sus familias y contribuir al crecimiento de las empresas. Siga leyendo para descubrir cómo el poder inmunitario de los programas de nutrición laboral puede suponer una triple ventaja para los empresarios.

El coste del hambre oculta para las empresas -y para la economía mundial en su conjunto- es considerable. Se calcula que las organizaciones de los países de renta baja y media pierden colectivamente entre 130.000 y 850.000 millones de dólares al año debido a los efectos de este fenómeno que merman la productividad,³ mientras que los datos del Banco Mundial revelan que las naciones con una alta prevalencia de hambre oculta entre su población pierden hasta un 5% de su producto interior bruto (PIB) cada año.⁴ Pero aunque la magnitud del problema es enorme, muchas empresas aún no comprenden del todo los efectos de las carencias de micronutrientes en sus trabajadores o en sus resultados.⁵

Dado que el consumo adecuado de micronutrientes está estrechamente relacionado con la función inmunitaria normal y, potencialmente, con la respuesta a las vacunas,⁶ es fundamental que el sector privado tome medidas para salvaguardar la nutrición de sus trabajadores durante la pandemia y después de ella. En este último blog, exploramos el papel de los programas de nutrición laboral en el apoyo a la salud inmunológica de los empleados y la productividad empresarial.

1. Mejorar la productividad

El primer y más inmediato beneficio que los programas de nutrición pueden ofrecer a los empresarios es una mano de obra más eficiente y productiva.⁷ Muchas empresas ya han establecido comedores para ofrecer comidas preparadas durante las horas de trabajo. Pero, sobre todo en los países de renta baja y media, la oferta alimentaria consiste principalmente en alimentos básicos como el arroz, el maíz, el trigo, el sorgo o el mijo, que tienen un bajo contenido en micronutrientes esenciales. En consecuencia, los empresarios pueden encontrarse con una mano de obra aparentemente bien alimentada que, sin embargo, se ve afectada por una productividad reducida y un rendimiento y eficiencia mermados.⁸

El empleo de intervenciones con micronutrientes, como el enriquecimiento de los alimentos básicos con micronutrientes y los micronutrientes en polvo mezclados con los alimentos en el trabajo, son un método eficaz y rentable de combatir los problemas de productividad que plantea el hambre oculta. Los programas de nutrición de los trabajadores van un paso más allá de simplemente proporcionar al personal las calorías adecuadas, ya que se centran en suministrar todos los micronutrientes esenciales de una forma asequible, escalable y fácil de aplicar. Varias iniciativas de nutrición de la mano de obra incorporan el enriquecimiento de los alimentos básicos con múltiples micronutrientes para hacerlos más nutritivos, una intervención que es relativamente sencilla de aplicar con la formación y la educación adecuadas. Los sobres de micronutrientes en polvo son otra herramienta práctica a disposición de las empresas que puede ayudar a mejorar el perfil nutricional de cualquier comida servida en el trabajo. 

Los efectos de estas medidas hablan por sí solos. Múltiples estudios han demostrado que abordar el hambre oculta en el lugar de trabajo mejora la productividad y la concentración⁹, mientras que las cifras de Harvard Business Review sugieren que cada 1 dólar gastado en la nutrición de los trabajadores puede suponer en última instancia un retorno de la inversión de hasta 6 dólares para el empresario¹⁰ - un aumento que podría traducirse en importantes ingresos adicionales cada año. También a nivel nacional, la Organización Mundial de la Salud ha constatado que una nutrición adecuada de la mano de obra se traduce en un aumento del 20% de los niveles de productividad de un país.¹¹

2. Reforzar la resistencia de los empleados y reducir las bajas por enfermedad  

Una nutrición adecuada es vital para garantizar que los empleados se mantengan sanos y puedan acudir al trabajo en todo momento. Tras décadas de investigación científica, se ha determinado que una serie de micronutrientes son especialmente importantes en la lucha del organismo contra las infecciones.¹² Entre ellos se encuentran los minerales zinc, selenio, cobre y hierro y las vitaminas A, B6, B12, C, D, E y folato.¹³ Para los dos mil millones de personas que padecen hambre oculta en todo el mundo, las dietas deficientes pueden provocar graves carencias de estos micronutrientes vitales, haciéndoles más susceptibles a las infecciones¹⁴ y a un bajo rendimiento físico y mental. Dado que el 58% de la población adulta mundial pasa un tercio de su tiempo trabajando, el lugar de trabajo es el escenario ideal para abordar el hambre oculta a escala¹⁵, así como para reforzar la continuidad empresarial y reducir las bajas por enfermedad. 

Las empresas que toman medidas para mejorar la nutrición de su personal pierden menos días por ausencias relacionadas con enfermedades,¹⁶ mientras que las empresas que ofrecen seguros o servicios sanitarios a su personal ven cómo los costes médicos se reducen hasta en un 30%.¹⁷ El resultado general: una plantilla más sana y resistente, preparada y capaz de impulsar el crecimiento empresarial.

3. Aumentar la reputación y la lealtad de la empresa    

Cuando se aplican correctamente, los programas de nutrición laboral ayudan a fomentar la confianza mutua entre empresario y empleado, lo que se traduce en un menor desgaste del personal para las empresas y en un lugar de trabajo más satisfactorio, estable y pleno para el personal.¹⁸ Dar prioridad al bienestar de los empleados también puede transformar la reputación de una empresa, tanto ante los propios trabajadores como ante la comunidad en general. Por ejemplo, un estudio realizado en Bangladesh examinó la eficacia de los programas de nutrición laboral en trabajadoras de fábricas, proporcionándoles almuerzos diarios que incluían arroz enriquecido con micronutrientes y suplementos de hierro y ácido fólico, en lugar de arroz normal.¹⁹ Como resultado de esta intervención nutricional, se redujeron significativamente las infecciones, la anemia y el absentismo. Los trabajadores también se mostraron muy satisfechos con la calidad, la cantidad y el sabor de la comida nutricionalmente mejorada, lo que garantizó un alto grado de adhesión a la comida entre los trabajadores. 

Por una población mundial sana

Tras más de un año de incertidumbre económica, cierres patronales y escasez, es más necesario que nunca actuar para atajar la epidemia oculta del hambre oculta. Desde la mejora de la salud, la asistencia y la moral de los trabajadores hasta el aumento de la eficiencia y la productividad, los beneficios de los programas eficaces de nutrición para empleados están bien establecidos.  En resumen, las empresas sólo saldrán ganando si hacen de la nutrición de la mano de obra un pilar importante de su estrategia de recuperación tras el COVID.²⁰

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