Bajo presión: prevenir la hipertensión con nutrientes

Resumen

• La hipertensión, principal factor de riesgo cardiovascular, es una de las principales causas de muerte prematura en todo el mundo. 
• Las investigaciones apoyan que una serie de nutrientes, entre ellos las vitaminas E, D y C, pueden desempeñar un papel en la reducción del riesgo de desarrollar hipertensión.  

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la hipertensión es una de las causas más importantes de muerte prematura en todo el mundo, y se calcula que 1.560 millones de adultos padecerán hipertensión en 2025.¹ El Día Mundial de la Hipertensión, que se celebra el 17 de mayo, tiene como objetivo concienciar sobre esta enfermedad y sobre cómo prevenirla y controlarla. Entre otros enfoques, como el ejercicio, la investigación ha demostrado que los nutrientes, incluidos los omega-3 ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), la vitamina C, la vitamina D y Fruitflow® pueden afectar positivamente a la presión arterial.

Explicar la hipertensión 

La tensión arterial alta -o hipertensión- se define como una tensión arterial sistólica igual o superior a 140 mmHg y/o una tensión arterial diastólica igual o superior a 90 mmHg. La presión arterial sistólica es la presión máxima en las arterias cuando el corazón se contrae, y la presión arterial diastólica es la presión mínima en las arterias entre las contracciones del corazón. La hipertensión ejerce una presión adicional sobre los vasos sanguíneos, provocando su debilitamiento u obstrucción. Esto, a su vez, puede conducir a la aterosclerosis, en la que los vasos sanguíneos se estrechan y se restringen, lo que puede provocar obstrucciones.²  

La hipertensión es uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares (ECV), que siguen siendo motivo de gran preocupación para las comunidades médica y científica, así como para los gobiernos y los consumidores. De hecho, es la principal causa de muerte entre hombres y mujeres en Estados Unidos.³ 

El papel de los nutrientes 

Cada vez son más las investigaciones que demuestran que aumentar la ingesta de ciertos nutrientes vitales podría formar parte de una estrategia práctica de reducción del riesgo de hipertensión. Aunque una dieta equilibrada es la mejor manera de abordar los niveles bajos de nutrientes, también existen oportunidades de mercado para los alimentos enriquecidos y los suplementos dietéticos que ayudan a cubrir las carencias nutricionales.  

EPA y DHA 

Los estudios han descubierto que el EPA puede prolongar los beneficios de las estatinas en pacientes hipertensos.⁴ Los suplementos de EPA y DHA también redujeron significativamente el riesgo de ECV entre las personas con triglicéridos séricos y/o colesterol LDL elevados. 

Vitamina D 

El estado subóptimo de vitamina D se ha relacionado con la rigidez arterial, que es una causa de hipertensión. Las investigaciones destacan las reducciones del riesgo de hipertensión de hasta un 30% que se han observado en individuos con un nivel suficiente de vitamina D, en comparación con aquellos con un nivel insuficiente.⁵ Investigaciones muy recientes informan de que la combinación de un bajo nivel de vitamina D y vitamina K también se ha relacionado con un aumento de la presión arterial y un mayor riesgo de hipertensión, y puede desempeñar un papel en la promoción de la salud cardiovascular.⁶  

Vitamina C

La ciencia muestra una fuerte relación entre los niveles elevados de vitamina C y la reducción significativa de la presión arterial.⁷ Estos efectos beneficiosos de la vitamina C se ven respaldados además por la mejora de la vasodilatación en individuos con ECV.

Fruitflow  

Un nuevo estudio ha demostrado que una cápsula diaria de Fruitflow® -un extracto de tomate hidrosoluble- tiene efectos beneficiosos sobre la tensión arterial. Varios estudios en humanos demostraron que Fruitflow® contribuye a un flujo sanguíneo saludable, que puede durar entre 12 y 18 horas después de una sola dosis, pero que durará al menos 24 horas si se toma de forma continuada a diario^.8 Esto lo convierte en un ingrediente clave para incorporarlo a alimentos funcionales o suplementos dietéticos.