Acabar con los mitos en torno a los omega-3 procedentes de las algas y su potencial en la nutrición infantil

Resumen

• Los ácidos grasos omega-3 ofrecen beneficios únicos para la salud a lo largo de toda la vida, especialmente para las madres y los bebés durante los primeros 1.000 días. 
• Tradicionalmente, las soluciones omega-3 se han creado con aceite de pescado, pero los lípidos basados en algas ofrecen un interesante potencial de innovación y beneficios para la sostenibilidad. Sin embargo, existen algunos conceptos erróneos sobre los omega-3 procedentes de las algas, que han contribuido a una menor adopción de estos ingredientes.   
• Hemos esbozado cuatro puntos clave que debe conocer sobre los productos de omega-3 procedentes de algas, con especial atención a la nutrición en los primeros años de vida. 

Los ácidos grasos omega-3, como el ácido docosahexaenoico (DHA), ofrecen importantes beneficios a lo largo de toda la vida, como el apoyo a la salud cardiaca, ocular, cognitiva e inmunitaria. Se ha demostrado que el DHA es especialmente importante en los primeros 1.000 días de vida, ya que desempeña un papel clave en el desarrollo cerebral y la función cognitiva.¹ También favorece la adaptabilidad mental y la resolución de problemas, el desarrollo visual, la atención y el procesamiento de la información.^2,3,4,5 En el caso de las madres, se ha demostrado que los suplementos de omega-3 durante el embarazo ayudan a reducir el riesgo de parto prematuro⁶ - la principal causa de muerte en niños menores de cinco años⁷. En consecuencia, los productos omega-3 son soluciones nutricionales muy populares para las madres y sus bebés. Sin embargo, el aumento de la demanda mundial de suplementos de omega-3 está ejerciendo una gran presión sobre las poblaciones de peces y, sencillamente, no hay suficientes reservas de pescado para satisfacer la creciente necesidad. 

A medida que los consumidores se vuelven más conscientes del impacto que sus hábitos de compra tienen en el planeta, los omega-3 a base de algas podrían ofrecer una nueva vía potencial para desbloquear los beneficios de los omega-3 de una manera más sostenible. Pero hasta la fecha, sigue habiendo mucho misterio en torno a los omegas de origen vegetal. Aquí desmentimos los mitos en torno a los omega-3 procedentes de las algas y mostramos cómo pueden favorecer embarazos y niños sanos, al tiempo que cumplen las expectativas de seguridad, calidad y eficacia.

MITO: El pescado produce sus propias grasas Omega-3

BUSTED: Contrariamente a la creencia popular, el pescado no produce por sí mismo omega-3, como el DHA. Consumen grasas omega-3 procedentes de microalgas del océano. Los consumidores también pueden ir directamente a la fuente vegetal eligiendo productos omega-3 creados con aceites de algas. Además, las soluciones de algas tienen un sabor más neutro, sin olor a pescado ni regusto.

MITO: Las fuentes algales de omega-3 son menos potentes y biodisponibles que las fuentes de aceite de pescado

BUSTED: ¿Sabía que los científicos pueden seleccionar y cultivar especies de algas con niveles más elevados de determinadas grasas omega-3, como el DHA, lo que no es posible en los omega-3 derivados del aceite de pescado? Los omega-3 procedentes de las algas actúan exactamente igual que los del pescado una vez que entran en el organismo. Por consiguiente, las algas pueden ser una fuente más óptima y específica de grasas omega-3 que el aceite de pescado. 

MITO: Los omega-3 del aceite de pescado son más beneficiosos para la salud que los del aceite de algas 

BUSTED: Los omega-3 de las algas proporcionan exactamente los mismos beneficios para la salud que los omega-3 derivados del aceite de pescado. Esto significa que las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana, o aquellas que buscan reducir su impacto sobre el planeta, no tienen que hacer concesiones a la hora de obtener su ingesta de ácidos grasos omega-3. 

MITO: Los omega-3 de las algas conllevan el mismo riesgo de contaminación que los omega-3 del aceite de pescado: ¡todos proceden del océano!

BUSTED: Las algas para este fin se cultivan en condiciones estrictamente controladas y se purifican, lo que significa que el aceite de algas está libre de contaminantes oceánicos, como el mercurio, contaminantes que pueden estar presentes en los suplementos de aceite de pescado. Además, los omega-3 se extraen con agua, no con disolventes, por lo que tampoco hay riesgo de exposición a toxinas o contaminantes ambientales.

Las soluciones dsm-firmenich's life's™ omega-3 a base de algas se han formulado específicamente para optimizar la pureza del producto. Esto reduce aún más el riesgo de exposición a posibles contaminantes como los hidrocarburos de aceites minerales (MOH), incluidos los hidrocarburos saturados de aceites minerales (MOSH) y los hidrocarburos aromáticos de aceites minerales (MOAH).

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