Una nueva investigación señala la emergencia mundial del hambre oculta

Resumen

• Anteriormente se calculaba que el hambre oculta -una carencia persistente de micronutrientes- afectaba a una de cada cuatro personas, es decir, a 2.000 millones de personas en todo el mundo.
• Un nuevo estudio publicado en The Lancet ha demostrado recientemente que el verdadero número de personas que padecen hambre oculta es mucho mayor de lo que temíamos. 
• Las nuevas estimaciones sugieren que más de la mitad de los niños en edad preescolar y más de dos tercios de las mujeres en edad reproductiva no consumen los nutrientes más cruciales para el crecimiento y el desarrollo. Siga leyendo para saber cómo los gobiernos, las ONG y las empresas privadas pueden colaborar para hacer frente a esta urgente emergencia internacional.  

Cuando millones de familias de todo el mundo se reúnan para celebrar Diwali, Acción de Gracias, Navidad o Hannukah en las próximas semanas, la comida ocupará un lugar central en sus celebraciones. Sin embargo, ¿cuántos de los que se sientan a la mesa, jóvenes y mayores, padecerán hambre oculta, una carencia persistente de micronutrientes que compromete su sistema inmunitario y atrofia el crecimiento y el desarrollo de sus hijos? Más de lo que temíamos.

Llevamos 30 años trabajando bajo la estimación de que alrededor de una de cada cuatro personas padece hambre oculta: 2.000 millones en todo el mundo. Incluso entonces, el reto parecía insuperable. Ahora, una nueva investigación publicada en The Lancet demuestra que la cifra real es muy superior.

Esa cifra de 2.000 millones siempre fue limitada, ya que se basaba únicamente en los casos de anemia. En este estudio, The Lancet adopta una visión más amplia y precisa de la desnutrición, que incluye a cualquier persona que carezca de uno o más micronutrientes clave. El efecto que esto tiene en los datos y en nuestra comprensión del problema es asombroso. Según esta medida, más de la mitad de los niños en edad preescolar y más de dos tercios de las mujeres en edad reproductiva padecen hambre oculta. Sólo podemos hacer conjeturas sobre las tasas entre otros grupos -niños mayores, adolescentes, hombres, adultos mayores-, pero incluso con estimaciones conservadoras, la cifra real de malnutrición es aterradoramente alta: al menos 3.000 millones de personas cuya dieta no contiene los nutrientes más fundamentales. 

Un problema mundial

Asia meridional, Asia oriental y el África subsahariana, donde el hambre oculta se debe simplemente a la falta de acceso a alimentos nutritivos, son las más afectadas. En algunos países de estas regiones, las cifras pueden ser escandalosamente altas, con hasta 9 de cada 10 mujeres y niños afectados.

Sin embargo, quizá la conclusión más reveladora de este informe sea lo mala que es la situación en los países de renta alta, donde casi la mitad de los adultos sufren algún tipo de carencia de micronutrientes.

Este asunto es tanto de Europa como de África, de América como de Asia Oriental. Miremos donde miremos, hay masas de personas que se enfrentan a enfermedades y al subdesarrollo, físico y cognitivo. Las pruebas son claras: no hay país en el mundo cuya salud y prosperidad no se vean amenazadas por el hambre oculta.

Soluciones globales

Las soluciones están ahí. El arroz enriquecido, junto con otros alimentos básicos enriquecidos como la harina, el aceite y la sal, es una forma directa de garantizar que los alimentos básicos proporcionen a todas las poblaciones -ya sea en países de renta baja o alta- un nivel fundamental de nutrición. En casos agudos, los Suplementos de Micronutrientes Múltiples (SMM) y los Micronutrientes en Polvo (MNP) pueden administrarse rápidamente, impulsando la nutrición y la salud de las mujeres embarazadas y las poblaciones infantiles vulnerables. Las conmociones mundiales que han elevado los precios de los alimentos -guerra en Ucrania, crisis energética, inflación- deberían centrar nuestra atención. En tiempos difíciles, millones de personas renuncian a frutas y verduras caras en favor de alimentos básicos más asequibles. Como mínimo, podemos garantizar que esos alimentos básicos proporcionen una nutrición básica.

Es necesario actuar con urgencia. Los gobiernos, las ONG y las empresas privadas deben actuar con determinación. Debemos encontrar formas de colaborar, ahora, para poder llegar a más personas con intervenciones de alta calidad como el arroz enriquecido. Si podemos, proporcionaremos a millones de personas de todo el mundo los cimientos no sólo para sobrevivir a las presiones a las que se enfrentan ahora, sino la salud y la fuerza para construir algo mejor para el futuro.

Esto es por lo que lucha dsm-firmenich Nutrition Improvement. Queremos un sistema mundial de nutrición a la altura del reto. Por nuestra parte, podemos proporcionar productos eficaces para colmar el déficit de micronutrientes, y apoyo técnico a nuestros socios públicos y privados.