La nutrición en los primeros años de vida y el papel fundamental del DHA, los ARA y los HMO: principales conclusiones de ESPGHAN 2022

Resumen

• Los primeros 1.000 días de vida -el tiempo que transcurre entre la concepción y el segundo cumpleaños del niño- son un periodo único de oportunidades para sentar las bases de una salud óptima. Aportar cantidades suficientes de nutrientes clave durante este periodo favorece el crecimiento y el desarrollo del lactante.
• Durante el Congreso 2022 de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (ESPGHAN), celebrado en Copenhague (Dinamarca), los expertos que intervinieron en el Simposio dsm-firmenich debatieron sobre las fronteras de la nutrición en los primeros años de vida y la ciencia emergente de los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga y los oligosacáridos de la leche humana en el desarrollo infantil.
  
• Siga leyendo para descubrir las principales conclusiones del simposio que arrojan luz sobre las posibilidades actuales y futuras de soluciones innovadoras en nutrición infantil. 

Las primeras experiencias vitales influyen en la salud durante la edad adulta, ejerciendo efectos programadores permanentes en la fisiología y las funciones a largo plazo. Aunque los factores genéticos y ambientales son mecanismos potenciales de la programación temprana en la vida, la nutrición es un factor predominantemente influyente.

En el Congreso ESPGHAN 2022, destacados especialistas de la industria, académicos y profesionales se reunieron para compartir los últimos conocimientos científicos y las mejores prácticas para promover una mejor salud nutricional en los lactantes. Como patrocinador de oro del congreso de cuatro días de duración, dsm-firmenich organizó un simposio en el que participaron tres ponentes expertos que debatieron el papel de los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AGPICL) y los nuevos conocimientos e investigaciones sobre los oligosacáridos de la leche humana (HMO) como apoyo al desarrollo en los primeros años de vida. Siga leyendo para conocer las principales conclusiones del simposio. ¿Le interesa ponerse al día a la carta? Haga clic en aquí para ver la sesión. 

Preparar el terreno para un desarrollo óptimo en los primeros años de vida

Los primeros 1.000 días de vida -desde la concepción hasta el tercer cumpleaños- son un periodo crítico en el que la nutrición puede influir en el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles, como cardiopatías y diabetes, en etapas posteriores de la vida. El profesor José Manuel Moreno-Villares, codirector del Departamento de Pediatría y director médico de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid (España), inauguró el simposio con una introducción sobre la importancia de optimizar la nutrición durante los primeros 1.000 días de vida para mitigar los factores de riesgo metabólico de las enfermedades crónicas.

Aunque los factores de riesgo metabólico de las enfermedades no transmisibles, como la hipertensión, la hiperglucemia y la obesidad, se han abordado tradicionalmente en la edad adulta, ahora se reconoce que la nutrición en las primeras etapas de la vida está vinculada a cambios epigenéticos que podrían modificar los factores de riesgo metabólico en etapas posteriores de la vida e incluso en generaciones futuras. El establecimiento del microbioma comienza en los primeros años de vida, influyendo directamente en la programación metabólica y el desarrollo del sistema inmunitario, con ramificaciones en el neurodesarrollo y el riesgo de desarrollar ansiedad, depresión y trastornos del aprendizaje. 

La leche humana es el patrón oro de la nutrición infantil, ya que contiene nutrientes esenciales y componentes bioactivos que influyen en la programación metabólica, reduciendo así los factores de riesgo metabólico. Pero, ¿qué hace tan especial a la leche humana?

DHA y ARA: Trabajar en tándem para promover un desarrollo infantil sano

La leche humana contiene los AGPICL ácido araquidónico omega-6 (ARA) y ácido docosahexaenoico omega-3 (DHA) en una proporción media de 1,8:1. Sin embargo, hay toda una serie de factores que influyen en la administración óptima de suplementos de DHA y ARA en las fórmulas destinadas a los lactantes, como analizó Berthold V. Koletzko, catedrático de Pediatría de la Universidad Ludwig Maximilians de Múnich, en su presentación.

Los ARA y el DHA -que se acumulan rápidamente en el cerebro en crecimiento del bebé durante el embarazo y los dos primeros años de vida- también son precursores de las resolvinas y otros eicosanoides que intervienen en la inflamación y el funcionamiento del sistema inmunitario. Aunque los seres humanos pueden sintetizar ARA y DHA a partir de ácidos grasos precursores, los lactantes tienen una capacidad limitada de conversión de LCPUFA y las tasas de conversión del DHA son más lentas. Genéticamente, algunas personas son portadoras de un polimorfismo de la Ácido Graso Desaturasa (FADS) que limita su capacidad para convertir los ácidos grasos precursores en ARA. Cuando se alimenta a los lactantes con polimorfismos FADS con preparados para lactantes sin ARA y DHA preformados, obtienen puntuaciones más bajas en las pruebas de CI en comparación con los que no presentan polimorfismos FADS. Sin embargo, esta diferencia no se observa entre los lactantes amamantados con y sin polimorfismos FADS porque la leche humana proporciona ARA y DHA preformados.  

En un ensayo aleatorizado, los lactantes recibieron una fórmula sin ARA ni DHA o una de tres fórmulas con diferentes proporciones de ARA y DHA. Los lactantes que recibieron fórmulas con ARA y DHA en proporciones de 1:1 o 2:1 obtuvieron mejores resultados en las pruebas de neurodesarrollo y desarrollo del lenguaje en comparación con los que recibieron fórmulas sin ARA ni DHA o con una proporción mayor de DHA y ARA.¹ Por ello, los expertos recomiendan encarecidamente que los preparados para lactantes proporcionen tanto DHA como ARA, con niveles de ARA al menos iguales a los de DHA.²

Descubrir las ventajas y el potencial de las HMO

Las HMO también desempeñan un papel importante en la salud infantil. Como tercer componente sólido más predominante de la leche humana, los HMO tienen propiedades bioactivas con composiciones específicas que varían de una madre a otra y a lo largo de la lactancia. Durante el simposio, Sharon Donovan, catedrática de Ciencias de la Alimentación y Nutrición Humana de la Universidad de Illinois, Urbana-Champaign, compartió sus conocimientos sobre la función de los HMO como moduladores del desarrollo infantil.

Los HMO son resistentes a las enzimas digestivas y permanecen intactos en el intestino. Allí, sirven como prebióticos para cepas específicas de bifidobacteria y bacteroides beneficiosos y también pueden ayudar a apoyar la función de barrera intestinal, inhibir la unión de patógenos y promover beneficios sistémicos para el desarrollo inmunológico y neurocognitivo.³ Ensayos controlados aleatorizados han demostrado que la adición de HMO a las fórmulas infantiles podría mejorar potencialmente la tolerancia gastrointestinal, reducir los niveles de citoquinas inflamatorias, disminuir las tasas de incidencia reportada por los padres de infecciones del tracto respiratorio inferior y reducir el uso de medicamentos antipiréticos y antibióticos en comparación con las fórmulas infantiles de control que no contienen HMO.^4,5,6,7,8 El Prof. Donovan destacó que la investigación adicional puede revelar conocimientos adicionales sobre el papel de los HMO en la mejora del crecimiento y la reducción del riesgo de enterocolitis necrotizante en recién nacidos prematuros.

Cocrear el futuro de la nutrición infantil

Junto con la demanda de soluciones de nutrición infantil más eficaces, el conocimiento de la compleja composición de la leche humana no deja de aumentar. Una mejor comprensión de los beneficios de los componentes conocidos de la leche humana, como los AGPICL y los HMO, y la identificación de nuevos componentes funcionales podrían allanar el camino para cerrar la brecha nutricional entre los lactantes alimentados con leche materna y los alimentados con leche artificial para favorecer el crecimiento y el desarrollo.

En dsm-firmenich, somos su socio integral en soluciones de nutrición infantil orientadas a los objetivos que apoyan los primeros 1.000 días de vida. Ofrecemos una completa cartera de ingredientes nutricionales que cumplen los más altos requisitos de seguridad y calidad, incluidos HMO, DHA y ARA, así como soluciones de premezclas totalmente personalizables. A medida que la investigación sigue evolucionando, seguimos de cerca los últimos avances de la ciencia de la nutrición y los cambios normativos, y ayudamos a nuestros clientes con servicios específicos que abarcan desde la aplicación y los conocimientos técnicos y normativos hasta el apoyo científico y de marketing.