Prestación sanitaria - China
La inmunidad está en boca de todos en estos momentos, en gran parte debido a COVID-19. La pandemia ha cambiado para siempre las actitudes y comportamientos de los consumidores hacia la salud y la inmunidad, así como la forma en que vemos la nutrición.
La nutrición y la salud inmunitaria están estrechamente relacionadas.
Al estar en contacto con distintos órganos inmunitarios, los nutrientes pueden ayudar a reforzar el sistema de defensa del organismo.
El sistema inmunitario necesita múltiples micronutrientes específicos, que trabajan en armonía y favorecen las funciones corporales para un sistema inmunitario sano.
En definitiva: una ingesta óptima de múltiples nutrientes puede reforzar el sistema inmunitario del organismo y reducir el riesgo, la duración y la gravedad de las infecciones.
Fuente: DSM Global Health Concern Study - Resultados de China, 2023
La vitamina C desempeña un papel importante en el sistema inmunitario humano. Altamente concentrado en los glóbulos blancos, es nuestra primera línea de defensa contra lesiones y agentes patógenos. La vitamina C es también un potente antioxidante y nos protege contra los efectos del estrés oxidativo. Tomar vitamina C con regularidad también ayuda a reducir la duración y la gravedad del resfriado común, ya que repone la vitamina C que el organismo pierde a causa de la infección.
*La vitamina C se incluye en la premezcla de acuerdo con las nuevas normas GB (categoría 14.03).
Está disponible una versión de la premezcla sin vitamina C, conforme a las normas GB vigentes
Vitamina D -a menudo denominada la "vitamina del sol"- se ha descubierto que desempeña un papel importante en la función del sistema inmunitario. Las células inmunitarias tienen receptores de vitamina D que permiten a este nutriente contribuir a muchas acciones esenciales tanto en el sistema inmunitario innato como en el adaptativo.
La ingesta diaria de vitamina D eleva los niveles séricos en sangre y puede reducir la tasa de incidencia de las infecciones agudas de las vías respiratorias.
Zinc es el segundo oligoelemento más común en el organismo después del hierro y se encuentra en todas las células vivas. Desempeña muchas funciones vitales en nuestro organismo y es necesario para un sistema inmunitario sano. El zinc contribuye al crecimiento, la maduración y la actividad de las células inmunitarias e interviene en la función de varios centenares de enzimas.
De ahí que un aporte adecuado de zinc sea importante para mantener la función de nuestro sistema inmunitario; los consumidores con carencias de zinc suelen ser más propensos a diversas enfermedades infecciosas.
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