"Las fórmulas más sencillas son las más difíciles de crear, pero también pueden traducirse en fragancias con el carácter más singular."
Nathalie Lorson crea para y con otras personas. Para ella, la creatividad es un acto de generosidad, que depende del intercambio de ideas para compartir y expresar emociones. Es sin duda una maestra de su arte, pero sigue siendo humilde y a menudo evita los focos. Su mayor recompensa son los "breves encuentros" que tiene cuando se cruza con un desconocido que lleva una de sus composiciones.
Ella misma lo explica. "No hago este trabajo para mí mismo. El verdadero objetivo es llegar a la gente. La gente me pregunta a menudo si he creado mi propia fragancia personal, ¡pero eso no me interesa en absoluto! Yo no soy el centro de este trabajo. Pienso en crear para otra persona, para alguien concreto. No soy una estrella de cine, ni una pintora que posa junto a su lienzo. De hecho, me parezco más a una autora que desaparece detrás de sus propias palabras".
La sensibilidad y la perseverancia están en el corazón de su obra. "Soy un buscador de oro que busca pepitas en . Encontramos mucho polvo de oro, pero pocas pepitas". El dinamismo de Nathalie es notable, lo que le permite hacer malabarismos con muchos proyectos a la vez. Su oficina está repleta de carpetas de proyectos y todas las estanterías rebosan de sus creaciones.
Desea crear fragancias sencillas pero resonantes en las que cada ingrediente se seleccione por su calidad, en la dosis perfecta, para maximizar la belleza de la creación final. A menudo cita al escritor Antoine de Saint-Exupery: "La perfección se alcanza, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar".