"Conectar mi pasado con mi presente cada día y utilizar estos recuerdos para llegar a la vida de la gente con mis creaciones es un gran privilegio."
Al crecer en una pequeña ciudad de Rumanía, lejos del mundo de las fragancias finas, fue el cambio de las estaciones y el aroma de la naturaleza lo que allanó el camino para que Gabriela encontrara su pasión por la perfumería. "La primavera era una mezcla del frescor de la nieve persistente, con los nuevos brotes de vegetación y la tierra húmeda", dice. "En junio florecía el tilo; sabía que se acercaba el verano. Y en invierno, recuerdo el olor de mi madre cuando llegaba del frío: almizclado y fresco".
Gabriela estudió Farmacia y conoció la industria de las fragancias en su último año de carrera, cuando trabajó en un laboratorio de investigación de productos químicos aromáticos y visitó Grasse. "Todo cristalizó", recuerda. "De repente, comprendí realmente el papel de un perfumista. Este mundo cobró plena vida para mí y supe que ésta sería mi vida". Tras formarse y trabajar 10 años como perfumista, se incorporó a dsm-firmenich en 2014.
Su conexión con la naturaleza se mantiene constante y su infancia sigue influyendo en su creatividad. "Mi educación sigue influyendo en mi forma de crear", dice Gabriela. "Mis primeros recuerdos olfativos siguen siendo poderosos. Conectar mi pasado con mi presente y utilizar estos recuerdos para tocar la vida de la gente con mis creaciones es un privilegio supremo".