Las algas, protagonistas del Día Mundial del Omega-3 2024

Resumen

• Este Día Mundial del Omega-3, reflexionamos sobre los enormes beneficios del ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) y los retos de sostenibilidad a los que se enfrentan las fuentes marinas tradicionales de omega-3.
• Los omega-3 de origen algal representan una solución prometedora a estos retos de sostenibilidad, y la innovación en este campo está llamada a marcar el futuro de la categoría. Sin embargo, aún quedan por descubrir numerosos beneficios que se esconden tras estas fuentes.
• Como pioneros en este campo, reconocemos el enorme potencial de las soluciones de omega-3 procedentes de algas. Siga leyendo para descubrir cinco verdades sobre ellas y saber cómo puede aprovechar el poder de esta solución sostenible superior con dsm-firmenich.

El 3 de marzo se celebra el Día Mundial de los Omega-3, por lo que ahora es el momento perfecto para destacar los diversos beneficios de estos ácidos grasos en todas las etapas de la vida. Los omega-3, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), son potentes nutrientes que aportan amplios beneficios para la salud del corazón, el cerebro, el sistema inmunitario y la vista. Tradicionalmente obtenido del pescado, la creciente demanda de sostenibilidad por parte de los consumidores, unida al limitado suministro de aceite de pescado, ha impulsado la innovación en el sector de los omega-3.

Los suplementos de omega-3 de origen algal son una forma atractiva y ecológica de obtener una dosis diaria de omega-3. Los aceites de algas, una fuente innovadora y muy eficaz de omega-3 que se ajusta a los valores de los consumidores, se consideran el futuro del mercado de omega-3. Pero a pesar de su gran potencial para contribuir a la salud humana y planetaria, todavía hay muchos aspectos positivos ocultos tras las fuentes no pesqueras, como las algas, que los consumidores (y los agentes del sector) desconocen. He aquí cinco verdades sobre estas soluciones de omega-3 de nueva generación que todo fabricante y marca de suplementos debería conocer para hacer su gran cambio al aceite de origen agal:

Verdad 1: Los omega-3 de origen algal van directamente a la fuente

A pesar de ser el icono de los omega-3, el secreto mejor guardado es que los peces son incapaces de producir EPA y DHA por sí mismos. De hecho, cualquier omega-3 derivado del pescado procede en última instancia de las microalgas. Las microalgas son consumidas por el fitoplancton del océano, que a su vez es ingerido por los peces (microalgas > fitoplancton > peces).

Al cultivar cuidadosamente omega-3 a partir de algas, se va directamente a la fuente, protegiendo los valiosos ecosistemas marinos de los océanos y las reservas de pescado, que disminuyen rápidamente. Las algas omega-3 suelen producirse mediante sistemas controlados de acuicultura en interiores. Así, mientras que las reservas de pescado salvaje son finitas, las algas ofrecen una fuente constante y sostenible de omega-3 que no depende de los menguantes recursos marinos.   

Verdad 2: Los omega-3 procedentes de algas aportan los mismos beneficios para la salud que el aceite de pescado

Algunas personas pueden cuestionar la eficacia de las fuentes de omega-3 no procedentes del pescado en comparación con las fuentes marinas, creyendo que pueden no aportar los mismos beneficios. Sin embargo, proporcionar EPA y DHA a partir de microalgas aporta los mismos beneficios para la salud que proporcionar estos ácidos grasos a partir del pescado; sólo es importante asegurarse de que la gente los consume en cantidad suficiente. Así pues, los fabricantes pueden estar seguros de que sus soluciones a base de algas son tan eficaces como los omega-3 procedentes del pescado, siempre que utilicen ingredientes de alta calidad con respaldo científico. ¿La ventaja añadida de los suplementos de algas? Favorecen la salud de las personas y el planeta.

Verdad 3: La cadena de suministro es más eficiente

Las algas pueden cultivarse, crecer y refinarse completamente en aceites ricos en omega-3 en sólo 25 días, mucho menos que los más de 24 meses que requieren los aceites de pescado. Al acortar significativamente la cadena de suministro, el aceite de algas proporciona a los fabricantes un omega-3 más puro y fresco.

No olvidemos tampoco las ventajas en cuanto a precio. El aumento de la temperatura del agua dificulta la pesca en todo el mundo y encarece el precio del aceite de pescado. Al estar completamente desvinculadas de los factores medioambientales, las soluciones a base de algas están protegidas contra las fluctuaciones de precios, a diferencia de la pesca, y ofrecen una calidad superior a un precio más estable.

Además, como las algas se cosechan en instalaciones interiores controladas, el aceite que producen es intrínsecamente puro, por lo que no requiere los extensos procesos de purificación posteriores a la cosecha que exigen los aceites de pescado. Para quienes dan prioridad a un suministro rápido y estable de omega-3 limpio, el aceite de algas es una solución fiable y de alta calidad.

Verdad 4: No todos los omega-3 tienen la misma calidad

El aceite de omega-3 de algas no sólo se obtiene de materias primas ilimitadas, sino que además es naturalmente el doble de potente que los productos de aceite de pescado. La mayor concentración de omega-3 en los aceites de algas significa que se necesita menos cantidad para obtener los mismos beneficios que con los aceites de pescado tradicionales. Además, debido a la producción mediante sistemas controlados de interior, los omega-3 de algas son menos propensos a la contaminación con contaminantes ambientales como metales pesados y toxinas, que suelen encontrarse en los suplementos de aceite de pescado. Esta ventaja resulta especialmente atractiva para los consumidores preocupados por su salud, que dan prioridad a la pureza y la calidad de sus complementos dietéticos.

Pero no sólo las fuentes de pescado eclipsan a las algas. Otras fuentes de omega-3 no procedentes del pescado que existen en el mercado, como las semillas de lino y de chía, son menos eficaces para mantener unos niveles óptimos de EPA y DHA. Esto puede ser especialmente importante en personas veganas o vegetarianas, o en otras que no consumen alimentos ricos en omega-3, como el pescado graso.¹ Para quienes buscan los beneficios del omega-3 sin comprometer la sostenibilidad o la potencia, vale la pena comprender que no todas las soluciones son iguales.

Verdad 5: El 64% de los consumidores prefiere las opciones vegetales

La popularidad de los suplementos de omega-3 sigue creciendo por sus documentados beneficios para la salud, pero cada vez hay más conciencia de los problemas de sostenibilidad que afrontan las fuentes marinas. Esto refleja las investigaciones realizadas entre los consumidores, según las cuales el 64% de los consumidores de suplementos a nivel mundial cambiarían a una opción de omega-3 de origen vegetal si estuviera disponible.² Esta sorprendente demanda forma parte de una exigencia más amplia de los consumidores de alternativas vegetarianas, con la creciente popularidad de las dietas basadas en plantas que impulsan un aumento de nuevos productos sin animales en muchas categorías.³

Los aceites omega-3 DHA y EPA derivados de algas son la solución ideal. Como productor original de estos ácidos grasos esenciales en la cadena alimentaria, las algas constituyen una fuente natural, renovable y altamente sostenible, que atrae a los consumidores concienciados con el medio ambiente. Además, los consumidores disfrutarán de una experiencia sensorial mucho mejor, con menos olor a pescado y menos eructos (si es que los hay), lo que hace más atractivos los suplementos con omegas de algas.